domingo, 26 de octubre de 2008

Presente.


Soy un niño: una estrella solitaria que es un reflejo tuyo pintado en el cielo.
Está la hierva ondeando bajo el agua dulce y mis pies, hacedores de barro, van y vuelven, en un tránsito incansable y pleno de significado.

He venido aquí: el sitio donde tú estás.
Recogiendo y guardando todo lo que parecía de valor; brillando entre redes de ramas recortadas y hojas llenas de luz.

Lo he sabido ayer: no eran tantas cosas.
Lo que merecía más de una pena era un hilo fino de cuentas efímeras; gotas de lluvia, a través de las cuales, veo tus ojos en un salto atemporal y prometedor.

Tienes algo mío: no sé como ha sido.
Un aura, fuerte y entera como tú, frágil un día, batiendo carreras al otro; un estrecho y abrupto sendero aprendido hasta tus manos.

Eres una niña: un mapa de vida que es una palabra mía escrita aquí.

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