sábado, 25 de agosto de 2007

Las estaciones.


El otoño me desbordaba, suerte y sorpresa, la luz intensa que llamaba a mi puerta, “no desaparezcas y me dejes dormida entre la broza seca”
Me das a entender y me das alimento, me das algo que conservar y algo que perder

El invierno me preparaba, los sueños montados en una cometa de papel y tu voz minando mis ataques de incertidumbre

La primavera no me superaba, me equivocó mil veces, ecos ahogados en conatos de buen tiempo y suspiros que no hacían la carga más liviana

El verano me maltrataba, hallando jardines en rincones plagados de alimañas, ruinas de las que brotaban cosas que respiraban, flores que dibujaban estrellas enfermas, de esas que jamás regresan

Las estaciones son el diario de los esfuerzos estériles y un marcador cruel
Abro la ventana, el sol, cegador
Debería estar feliz pero te echo de menos y no vuelve la tristeza a mirar para otro lado

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